Page 44 - Revista Más que Seguros

Nuestra sociedad cada vez está más acostumbrada a la inmediatez de las cosas y eso nos acomoda. Los medios de transporte son más veloces y consiguen que las distancias parezcan más cortas. Pero yo me pregunto desde cuándo es necesario acortar las distancias, si disfrutar el trayecto siempre ha sido un aliciente.
Mirar por la ventanilla, conocer a otros viajeros o disfrutar de la emoción de descubrir algo nuevo por el mero hecho de perderse adrede... todas estas son cosas que nos estamos perdiendo. Por eso he decidido escribir este artículo y contaros cómo se hace un viaje Madrid – León disfrutando del propio viaje y no queriendo llegar cuanto antes.
Una de las cosas que más impresionan es el paisaje que tiene el trayecto. Si uno se ja en
el paisaje como es debido, nada más ver el letrero de Rueda hay que parar para conocer esa maravillosa villa, conocida por sus vinos pero también por ser Conjunto Monumental e Histórico de España.
A partir de ahí os recomiendo desviaros por Segovia que, un pelín más arriba, está el maravilloso pueblo de Pedraza, uno de los municipios medievales más bellos y mejor conservados de toda España. Por muchos es considerado el pueblo más bonito de toda la provincia de Segovia. Un buen lugar donde disfrutar de la gastronomía autóctona.
Para nalizar os recomiendo un último desvío hacia Dueñas, el pueblo que hay en la provincia de Palencia y que también ostenta el título de Conjunto Histórico – Artístico además del de Ciudad y el tratamiento de Excelentísimo a su ayuntamiento.
Siguiendo estos consejos se tarda un poco más en llegar a León, pero lo importante no es llegar cuanto antes, sino apreciar aquellos lugares por los que pasamos . ¡No perdamos esa bonita costumbre de disfrutar de las cosas!
Jesús Calleja
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